¿No os pasa a veces que habláis de algo sin importancia y al poco tiempo, en otra situación distinta, sale el mismo tema?
Un amigo le reprochaba la semana pasada a Luis que no le acompañase su estornudo con el correspondiente: ¡Jesús!, Luis pasaba bastante y argumentaba que eso no tenía nada que ver con la buena educación.
Hoy, en el tren, en una película tontísima que se llama algo así como "el buen hombre"- que no sería tan bueno ya que se carga a su esposa por una cuestión de cuernos y a un amigo por averiguarlo-, un señor estornuda y ante el ¡Jesús! que le propina un amigo más solidario que Luis, se pregunta a que viene eso del Jesús.
Oí o leí que la costumbre trae causa en tiempos en los que se creía que estornudando se expulsaban los demonios del cuerpo si los hubiere, o sea que el Jesús ni solidario ni educación ni nada de eso, se trataba de que los espíritus que salían del cuerpo de estornudante no entrasen en el tuyo propio. Cosas.
Una amiga mía cada vez que estornuda dice gracias, sin que te dé tiempo a decirle ni Jesús. A lo mejor es por lo de los demonios. No lo sé.
ResponderEliminarYo en vez de Jesús digo "¡Carlos¡" y la gente me contesta "¡adiós¡" en vez de gracias. Son cambios de costumbres que voy introduciendo...
ResponderEliminarEs la primera vez ando por este blog, aunque supiera la existencia del mismo hace ya algún tiempo. Me llama la atención el hecho de que no sea la única que se queje de que no le digan ¡Jesús!. En mi trabajo nuevo parece ser que nadie conoce esa constumbre, y yo me quedo con la lengua levantada para decir Gracias (yo no lo digo si antes no me dicen algo...Salud tambien me vale). Total que al principio estaba algo indignada...ahora ya paso!!!Si no dicen Jesus que se queden con mis malos espíritus...jejeje!!!
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