nos ha pasado una cosa

Mi padre cumple el 4 de diciembre la friolera de 89 añitos, ahora está haciéndose a la idea de que muchos días no puede salir de casa sobre todo porque le fallan las piernas. Me pregunta por mi hija, la que anda por Chile, que le han dicho que escribe cosas en internet, lo vi claro, papá tu lo que necesitas es un ipad, mucho más fácil y cómodo que un ordenador, que por otra parte no ha tenido nunca, ahí lees los blog de tus hijos y nietos, puedes ver el resultado de la primitiva y la clasificación de la liga, aparte de leer los periódicos y tal y tal. Así de repente contestó ¿pero hija y si yo no se manejar eso? con un calla calla que siempre has sido muy listo bastó. Teniamos un buen regalo para hacer el día del padre.


Unos días después me llamó Quique, hablamos de otras cosas y al final confesó, le había llamado papá, quería que le hiciese una transferencia a los niños de Jose Mari por importe de 200 euros, era lo que nos correspondía a cada uno de un botín que había descubierto mi prima Pilar oculto en la maleta de la maquina de coser de la tía Esperanza. Mi padre repartió su parte a Jose Mari y a Quique, supongo que porque necesitaba un cómplice, y manifestó a este último su intención de quedarse él con lo demás, sin anestesia ni remordimiento.

No sé que es más desconcertante si que tu anciano padre tenga ipad o que te sise la herencia, la cosa es que estoy segura de que la tía Esperanza se hubiese puesto de su parte. Enterados todos los hijos del incremento patrimonial indebido del señor de la foto hemos decidido que pague él el ipad. Está de acuerdo. Ahora hay que hacerle un perfil en facebook antes de empezar con el twitter y, por favor, quitarle esa gorra.