Aquí cuento lo que se me ocurre y así llevo un año y pico, me divierto y ando en contacto con mi gente, para qué quiero más
miércoles, 26 de octubre de 2011
contagio
Después de un siglo he ido al cine, la verdad es que si no hubiese leído esta crítica no hubiese escogido esta película, el argumento parece ya visto, pero me ha encantado.
Novedoso la fuerza de internet, el bloguero le da frescura (no se como ni por qué han hecho lo de los dientes) visitas únicas, facebook, twitter, whatsapp.
Todo eso y lo que se quiere a los hijos, lo imposible de contener el pánico y como la condición humana es capaz de lo más sublime y lo más rastrero.
A la salida me he encontrado a Irene y se la he recomendado, espero que le haya gustado. La niña lo más parecido a la hija mayor de mi amigo Granados (lo de sacar parecidos es una costumbre que me viene de familia)
¿Habré vuelto a la normalidad?
domingo, 16 de octubre de 2011
la sagra
El viernes estuve de acompañante de cazador, hay que decir que los cazadores tienen tendencia a salir de caza acompañándose entre ellos mismos pero de vez en cuando se les ocurren planes para acompañantes no cazadores. Fuimos a la sierra de la Sagra, una maravilla de la provincia de Granada en la confluencia con las de Murcia, Almería, Jaén y Albacete, que se dice pronto.
Por casualidad encontramos un hotelito con encanto, collados de sagra el trato es absolutamente amable. Cenamos estupendamente valorando el cuajo que hay que tener para poner semejante negocio en ese lugar de la sierra, Luis pidió carne de venao, a mi me pareció un detalle asqueroso aunque reconozco que la probé y estaba buenísima.
Por la mañana el cazador cazó y yo leí mi novela tranquilamente en un banquito en el jardín. A eso de las 12 hicimos una excursión de unos cuatro kilómetros hasta un nacimiento de agua y de vuelta a casa pasamos por la Puebla de don Fadrique que tenía una feria de ganado y vendían unos embutidos memorables.
Dicen que la sierra es una maravilla en invierno con nieve, a mi me parece que no hay colores más bonitos que los del otoño.
En estos mismos días miles de indignados salen a la calle, mi indignación necesita saber que la vida sigue, que de esta crisis se puede salir, que el miedo y nada todo es lo mismo.
Un amigo dice que el ya sólo oye La Ser porque si oye la verdad no duerme (que no se enfade nadie, solo es la opinión de mi amigo, las opiniones son libres ¿o no?)
Mi reconocimiento a los que, cuando más falta hace, montan negocios de calidad que dan empleo, ilusión y confianza. Ánimo que así podemos.
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