Cuando mis hijos empezaron a ir de excursión empezaron a llegar a mi casa objetos de toda índole y tamaño, en la mayoría de los casos sorprendentes y sobre todo de muy difícil ubicación. Entonces decidí hacer colección de imanes. Me va bien. Se han roto muchos pero, como podéis ver por el aspecto de mi frigo, me cunde. Os tendré al tanto de las nuevas adquisiciones, puede que incluso de vez en cuando os cuente como llegó alguno de ellos a mi poder. Sí, no es fácil que me quede sin temas teniendo este recurso.
pues a mi me gustan los imanes aunque nadie diga nada
ResponderEliminarhombre! bienvenido estaba a punto de hacerme yo misma un comentario, me daba sentimiento ver la entrada tan solita
ResponderEliminarSi los ves de cerca hay muchos muy buenos, es increíble el ingenio que se ha desarrollado entorno a estos artículos. El problema es que se han subido a la parra con su precio. Mucho más barato lo que coleccionaba un amigo: azucarillos. Cuando estuve en Australia me dediqué a cogerlos por doquier. Al final resultó que ni siquiera eran él, eran para una amiga suya, la cosa es que esta tía tenía montones y montones de azucarillos a base de subcontratar su recolecta. Lo que no sé es que hace esa tía con tanto azucarillo.
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