Los conflictos nunca se ven desde fuera como en realidad son por eso me suelo guiar por detalles sorprendentes y reveladores. En el caso de los controladores aéreos me llaman la atención dos cosas:
1.- Que se haga público cual es su sueldo comparandolo en rueda de prensa con el "del ministro que les habla" El sueldo del ministro es menor aunque quiza también sea menor su formación e incluso su responsabilidad.
2.- Que se diga que han cobrado ilegalmente sin hablar de quien ha pagado ilegalmente y sin llevarselos a declarar a la comisaria.
Con estas dos premisas y salvo prueba en contrario los controladores tienen toda mi simpatia, no me gusta que manipulen mi envidia.
Los desorbitados sueldos de los controladores son consecuencia de una distorsión del mercado de trabajo en este sector. Los propios controladores, con la connivencia de los gobiernos, han limitado el acceso de nuevos trabajadores. De ahí los disparatados sueldos: son pocos y se permiten presionar al alza sus salarios. Creo que es difícil que esta gente despierte simpatías, aunque, eso sí, lo de Pepiño Blanco es patético, porque sus declaraciones son un tanto oportunistas. En cualquier caso, si el gobierno va a frenar el abuso de esta gente, será una buena medida.
ResponderEliminarLidia Blasco
A mi tampoco me gusta que manipulen mi envidia ni mi nada. Y los controladores aéreos no tienen ni mi simpatía ni mi antipatía, las dos las guardo para otros.
ResponderEliminarYo lo que no entiendo es porqué se llaman controladores con el descontrol que hay en los aeropuertos
ResponderEliminarA mí me ha hecho gracia saber que anónimo es Lidia Blasco
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