martes, 31 de agosto de 2010

miguelito


Estos días se comenta si es poco afortunado o una tremenda tontería decir que la economía española es lo más parecido al tal Miguelito, a la sazón símbolo del pabellón de España en la Expo que se celebra en Shanghai.

A mi, que voy perdiendo la capacidad de asustarme por la trascendencia que pueda tener lo ridículo de algunas frases expresadas de forma rimbombante, me produce muchísima curiosidad saber como se llega a la decisión de llevar ese pedazo de muñeco como símbolo de nuestro país.

Lo único que he leído es que su autora lo justifica en que "tanto China como España comparten su gusto por los bebes". Para caerse de espaldas por parte y parte.

El mensaje no lo pillo, ¿qué los españoles somos como niños? ¿qué España es un paraíso infantil? ¿qué de ahora en adelante los bebes españoles tendrán los ojos azules?

En fin, me quedo con el Miguelito de siempre, uno de los amigos de Mafalda, que vive en un mundo apartado de la realidad, hecho por el mismo para si mismo pero sin engañarse ni engañarnos. Donde va a parar.

3 comentarios:

  1. Yo pensaba que el Miguelito gigante ése era un homenaje al Duque de Feria...

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  2. Recorté el otro día una frase de La Vanguardia sobre el Miguelín de Coixet en Shangai:

    "Su última inmersión ha sido en China, con motivo de la instalación de la estatua animada del bebé gigante en la Exposición de Shanghai, una imagen a la vez feliz, inquietante y problemática en un país donde el hijo único es obligación de Estado."

    ¿Será posible -me pregunto- que con el bebé gigante les hayamos metido un gol provida a los chinos?

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  3. ¿Será posible -me pregunto- que nos gobierne ese simple?

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