El día de nochevieja le mandé un sms a uno de mis hijos que se demoraba en la vuelta a casa del siguiente tenor: "Espero que al recibo de la presente te encuentres bien de salud." Así encabezaba las cartas uno de mis abuelos, mi hijo no comprendió nada de lo que quería decir, seguramente hubiese sido más acertado por mi parte escribir: "creo k tas tardnd mch vuela kss" claro que mi abuelo se hubiese quedado de piedra.
Liquido el concurso de carteles curiosos con personas de mi consideración premiando el de la araña y sobre las palabras inventadas me quedo con pachasco tras ardua deliberación de mi misma conmigo misma, no se admite recurso.
Sobre los indicadores de aseos ganan los que lucen en la puerta de los baños de la fundación Rafael Alberti en el Puerto de Santa María que fotografié para todos ustedes y perdí con el mismo cariño.
¿El premio? ¿Qué premio ni qué premio?
Y os preguntareis que tiene que ver una cosa con otra, pues eso, nada en absoluto. Que cierro el blog porque a principios de año uno se dedica a ordenar cosas y no está bien tener por encima de la mesa algo que nunca usas, lo empaqueto, lo guardo y cuando tenga más tiempo lo recuperaré o no.
Quede para la blogosfera lo bien que me lo he pasado en este tiempo, innumerables gracias a los que os habeis paseado por aquí, a la espera de ese día, que dicen llegará, en que una tormenta solar nos dejará desnudos de todo artificio electrónico, nos seguiremos viendo por las redes y si se puede saludar saludo a mi hija la que anda haciendo las américas y le comunico que retrasarse en dar noticias cuando se está allende los mares está feísimo.
