Lo de tener hijos, además de ser el cambio más grande que se puede producir en la vida de cualquiera, tiene sus inconvenientes. Con el tiempo he llegado a la conclusión de que las pegas se resumen en dos:
1.- No vienen con libro de instrucciones. Hoy día el aparato más simple trae instrucciones en varios idiomas, desde el regalito del huevo Kinder al más sofisticado electrodoméstico. Tengo una cafetera que trae cuatro tomos de recomendaciones claras y precisas. Pues van los niños y vienen solos, como si nada, dando por supuesto que sabemos que hacer con ellos desde el primer día.
2.-No se les puede abrir la cabeza para ordenarla, en un lado lo que se puede hacer, en otro los disparates; delante las buenas amistades, al fondo los distraidos; el pesquis y la prudencia en distinta bolsa que la candidez y la inocencia; o sea las cosas básicas que nosotros hemos tardado tanto en aprender.
Cuando empiezas a superar el primer inconveniente te sorprende el segundo. No se si cuando me vaya haciendo al segundo descubriré el tercero.
Por lo menos son ocurrentes, generosos, buenos estudiantes, mejores personas y divertidos.
Me ha gustado que pongas en primer lugar ocurrentes, por que para que una madre diga eso antes que generosos o buenos estudiantes y mejores personas, hay que ser bastante ocurrente, no?
ResponderEliminarGracias Mami. Los padres tampoco vienen con libro de instrucciones. Suerte que son listos, comprensivos y mucho más generosos que los hijos
ResponderEliminarYa que haces una leve comparación entre los huevos Kinder y los hijos, te diré que las mujeres tendrían que poner huevos, como las gallinas: que quieres tener un hijo, lo incubas. Que no,te haces un huevo frito...
ResponderEliminarDuende también puedes cocerlo al baño maría.... (he cambiado mi blog, entra a ver si te gusta el nuevo formato)
ResponderEliminarpara ser hijos sin libro de instrucciones hay que ver lo majos que han salido
ResponderEliminar¿Majos?
ResponderEliminarLo que hay que oír.
Me muero de la risa.
Me alegro mucho por tí María, seran los tuyos, claro que tanto tú como tu marido sois personas estupendas, inteligentes, ocurrentes y sobre todo muy, muy generosos.,¿Quién se "complica, hoy, la vida con doce hijos?. Si eso no es generosidad..., lo justo es que os salga bién. Yo me alegro mucho, sobre todo por tí.
ResponderEliminarMucho peor con libro de instrucciones tonta. ¿Te imaginas? Niñooo, no tires cosas por la ventana... mama, es que no te has leido la pagina 1242 de mi libro de instrucciones??
ResponderEliminarPag. 1242: Le gusta tirar cosas por la ventana, se siente mas libre.
Y asi sucesivamente.
Si el libro fuese igual para todos todavía, pero imagínate un libro por niño. Javi se debe sentir libérrimo, porque ha tirado todos los objetos posibles por la ventana. A saber; zapatos, chupetes, biberones, incluso raquetas de tenis
ResponderEliminarPerchas y paraguas
ResponderEliminarSoy el vecino de abajo. Cuando quieran pueden pasar a recoger del patio los zapatos, chupetes, biberones, raquetas de tenis, perchas y paraguas. De nada.
ResponderEliminarQuerido duende: No creo que tengas nada de eso, mi hermano solía tirarlo todo a la calle apuntando directamente a los transeúntes, si no, no se sentía libre del todo. Pero gracias de todas formas
ResponderEliminarEs verdad, Isa. Me has pillado. Soy un mentiroso. Pero es que de pequeño mi padre me pegaba y...
ResponderEliminarLe pegaba porque no tiraba nada por la ventana. Hubiera perdonado a mi hijo cualquier cosa: incluso creo que le hubiera tolerado votar a Zapatero, ser sindicalista liberado o hasta tener un apasionamiento vital como el de Del Bosque; pero el muy imbecil me salió "duende que camina" y no veáis la guasa que ha habido siempre entre amigos, parientes y vecinos.
ResponderEliminarPapá, ¿eres tú de verdad?
ResponderEliminarya estamos, otro pirao, que cruz.
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