Hay personas que piensan que los trenes se van cuando el reloj señala su hora, sin más. Error, los trenes se van cuando el jefe de estación les da la salida, se planta en el andén con su uniforme, su gorra y una banderita roja que mueve de arriba abajo en un solo y firme movimiento y esa es la señal, entonces y sólo entonces el tren empieza su marcha.
Cuando vas a acompañar a alguien al tren, cuando quedas en una estación de paso o cuando bajas a estirar las piernas, la figura más interesante, la que no tienes que perder de vista es la del jefe de estación, cuando veas que se dirige a la cabeza del tren. espabila que se va; si no anda por allí, tranquilo que todavía queda un rato.
La última vez que casi pierdo un tren nos salvamos por tirarnos sin miramientos hacia el jefe de estación para advertirle de que subíamos al tren sin billete, vamos vamos deprisa, ganamos unos segundos, si le entretienes a él entretienes al tren. No le dijimos que tampoco llevábamos dinero por si acaso le parecía que le estábamos tomando el pelo , pero la verdad es que no teníamos ni un duro y las tarjetas no sirven dentro del tren, bueno sí, en la cafetería pero no para pagar billetes. Cuca nos auxilió a mitad de camino, el revisor aguantó el tirón y todo salió bien.
Mañana cojo otro tren, saldré antes de casa, tengo que buscar una buena novela que el viaje se las trae y miraré por donde anda la gente interesante
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