domingo, 5 de septiembre de 2010

no hace tanto tiempo


Hace muy poquito era normal dar un paseito hasta el vídeo club para alquilar una película, casi siempre ibas sin tener una idea concreta y te pasabas un rato largo dando vueltas por los estantes, otras veces tenias claro lo que querías aunque, en estos casos, tus gustos solían coincidir con el del resto de socios y había que tener paciencia y suerte.

También se compraban cintas vírgenes para grabar películas de la tele, empezamos por el sistema Beta y de ahí al VHS y luego del vídeo al dvd.

La gran apuesta por la modernidad hacía imposible las grabaciones caseras, pero, aunque limitante, por lo menos no fue el gran timo, ese, sin duda, sin ninguna duda, fue pasar del vinilo al cd porque este último era eterno, que chasco.

Da igual, todo eso es agua pasada, ahora vamos por el disco duro externo multifunción, además de las pelis que nos llegan con los suplementos dominicales, las del canal plus y como siempre el cine.

¿Alguien va ya al vídeo club?

En casa vimos el otro día el inolvidable Simon Birch un historia de amistad, afán de superación, sorpresas y Fe.

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