miércoles, 30 de marzo de 2011

la ley del embudo


Cuando noto que alguien argumenta en sentido totalmente contrario a teorías vehementemente defendidas por él mismo en anteriores ocasiones no puedo evitar quedarme con la boca abierta. Eso me pasa estos días con los faisanes que sobrevuelan las cabezas del gobierno de España. Oigo a Rubalcaba decir que está muy orgulloso de los resultados obtenidos y le veo diciendo: los españoles merecen un gobierno que no mienta.
Y cuando le preguntan dice: de tonto tengo lo justo. Uf debe estar muy acorralado, los muy listos intentan disimularlo, como los muy altos andan encogidos y desde luego no necesitan decirlo ya se nota y lo de Rubalcaba es público y notorio, supongo que intenta, diciendo una verdad muy evidente, dar credibilidad a sus palabras, aún a costa de parecer pedante, está claro que tiene luces suficientes como para darse cuenta de que está ante una auténtica emergencia. Claro que los demás, con nuestras limitaciones, sabemos que en una misma frase se pueden decir una o varias verdades y una o varias mentiras.
Me espantan las personas que tienen asumida la ley del embudo, lo ancho para mi lo estrecho para ti y esto es lo que hay. Lo peor es mentir, menos si miento yo.

2 comentarios:

  1. No sé si tiene mucho que ver, pero yo pediría por favor a todos los políticos y tertulianos de los distintos pelajes y tribus que eliminen de sus vocabularios palabras y comentarios como "intolerable", "gravísimo", "disparate de dimensiones colosales", o "¡Llegamos a ser nosotros los que hacemos eso...".

    Es intolerable y gravísimo que abusen tanto de esos términos, unos y otros. Fijaros por favor...

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  2. Está claro, menos mal que lo has dicho tú, si lo llego a decir yo hubiese sido un disparate de dimensiones colosales. Queremos saber, queremos saber, queremos saber. Estoy contigo cachapo.

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