Hoy 21 de marzo entra la primavera y además de ser el cumpleaños de mi hija la mayor, su llegada supone que se ha acabado el invierno. Semejante hecho (que se haya acabado el invierno, no el cumpleaños de mi hija) me hace reflexionar en para qué hemos gastado todos los países del mundo el dineral que hemos gastado en vacunas de la gripe A.
Es cierto que si las personas hubiesen reaccionado como era de esperar ante la extraordinaria alarma generada con todo despliegue de medios por la organización mundial de la salud, la cosa hubiese quedado en que gracias a la vacunación masiva de la población habíamos sobrevivido a la mayor pandemia de la historia. Nadie podía pensar que el sentido común fuese a generalizar el rechazo de las tan bien vendidas vacunas, mejor vendidas que experimentadas.
Rechazadas las vacunas, pasado el invierno, visto que ni pandemia ni leches, procede investigar quien se ha forrado con la masiva venta de vacunas, y en su caso si alguna de esas personas forradas tiene algo que ver con esas otras que desde la organización mundial de la salud nos metían tantísimo miedo.
Mira que si este asunto de tantos y tantos millones no le interesa a nadie...
me apetece poner como comentario a este mensaje la palabra "perrunillero", que se emplea siempre en negativo, cuando no se tienen puñeteras ganas de hacer algo: "la verdad es que hoy no tengo el cuerpo perrunillero". He consultado y no lo he visto en el diccionario. Según un amigo, viene de cuando a uno no le apetece desayunar muchas perrunillas, que son unos bollos de muy pesada digestión que hacen, creo, por Extremadura. Si estás perrunillero te comes por lo menos doce de esos bollos, pero entonces comes y no dices nada. Sólo lo mencionas cuando no estás perrunillero. Adiós
ResponderEliminarUn compi de REE me dijo que en Murcia se llama "fonoporta" al telefonillo. Lo curioso es que telefonillo sí viene en el diccionario.
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