Este invierno fuimos a ver a Jai, una hija que andaba por Dublín mejorando su inglés. Visitamos a la familia que la acogió, por cierto encantadora. No queríamos molestar mucho, solo saludarles y cuando nos ofrecieron llevarnos al hotel en coche dijimos que no, que no hacía falta, que no se molestasen. Mi hija les hablaba en inglés, idioma que domino a base de hablar un poco más despacio y un poquito más fuerte. Cuando oí a mi hija decir: on the bus, no lo pude resistir y me animé a decirles que en español un poco burdo decimos: ¿onde vas? que viene a ser where=onde y are you going=vas. La cara de la familia era para verla, mi hija se volvió de espaldas por no matarme y mi marido solo decía bajito ¿como te has podido meter en esto? Insistí a la niña para que cuando nos fuésemos y todo volviese a la tranquilidad les explicase la gracia de la cosa, no fuesen a hacerse la idea equivocada de que su madre está como una cabra. Me dejó claro que nunca jamás volvería a hablar del tema. En la foto: Jai, sus amigas, Belén Luís y yo, todos haciendo turismo y un poco el payaso en Dublín.
La verdad es que eres valiente! Jajajaja
ResponderEliminarSi, además de médico y políglota
ResponderEliminar