Comí sola en una cafetería, reconozco que tengo tendencia a pegar la oreja en conversaciones próximas.
Grupo de amigos afeaban la conducta de una tal Carmen, ausente de la cuchipanda organizada en su honor. Decía una: Me llamó ayer para decirme que no podía venir que había muerto un amigo, le dije, hija Carmen si la comida es por ti, ante eso me dijo que vendría. Bien, asentían los demás. Vuelve a tomar la palabra: pero me ha llamado hoy que tenían que ir a llevar las cenizas del amigo a Chipiona, que no venía. Otro compañero espeta: Ves, pues eso no es. Llega un último compañero: ¿Y Carmen?, calla le contestan, no sabes, y cuentan de nuevo lo que yo ya sabía sobre la muerte y las cenizas, y dice el recién llegado: Desde luego se lo cuentas a cualquiera y no se lo cree. A todo esto otra propone volverse a juntar el jueves de la semana que viene y dice otro, el primero que vio que no era adecuada la excusa de Carmen: el jueves no que el martes me sacan a mi una muela, ante las quejas de la proponente alega: es que es una muela del juicio.
Está claro, cada uno es cada uno y tiene sus cadaunadas.
En la foto alcantarilla de Sevilla que le ofrezco a Quique para su blog, no acerté a mandar sms. Sé que tiene de estas pero no creo que tan verdes.
Es muy verde para mi gusto
ResponderEliminarVaya panda de cotillas cabrones
ResponderEliminarCuánto de amiga era la fallecida?? Porque si sólo era coleguilla es mucho peor lo de las muelas del juicio
ResponderEliminarLo peor de escuchar conversaciones ajenas es no poder participar. De hecho a veces no te puedes resistir y participas. Esto le paso una vez a la autora del blog en un autobus, iban delante unas diciendo algo asi como que no se quien estaba sola, ¿sorda? nooooooo sola!!! y asi reiteradas ocasiones hasta que mi madre dijo: señora: solaaaaaaaaa, aunque ella lo contara mejor, porque puede que fuera al reves.
ResponderEliminarLorena