Estos últimos días, sin duda, la noticia ha estado en Chile, noticia esperanzadora, alegre, reflejo del coraje de un pueblo y para colmo con final feliz. Seguramente el rescate de estos 33 hombres encerrados en una mina dará para mucho. Se me han quedado grabadas dos cosas: ese Manuel González bajando el primero en esa angosta cápsula, sabiendo que se iba a meter 700 metros hacía el centro de la tierra y que era él el que iba a probar como funcionaba el invento y saber que han creado una fundación, la de los 33, para que los fondos que se saquen de entrevistas, películas, libros, conferencias, etc etc, se repartan entre todos, ya que, según explicaban, no todos tienen el mismo carisma, ni la misma capacidad y así todos se beneficiarán por igual.
Por otro lado no he podido dejar de acordarme del submarino ruso Kursk, en este caso el gobierno ruso no sólo no hizo nada, tuvo la desfachatez de ocultar el accidente hasta que no pudo resistir la presión de las familias y la sangre fría de rechazar la ayuda internacional hasta que fue demasiado tarde y finalmente, para vergüenza de sus gobernantes y desesperación del mundo entero, el submarino fue la tumba de 118 personas. Que diferencia entre unos y otros.
Que razón tienes pero que vergüenza me ha dado yo misma lo habia olvidado, que pronto volvemos la vista a otro lado
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