jueves, 13 de mayo de 2010

funcionarios


No soy funcionaria pero conozco a muchos. Lo que ayer se respiraba a su lado era indignación. Si se tiene que rebajar su sueldo el 5% que se rebaje, pero nunca que quede ni remotamente en duda que de la ruina de este país no tienen ellos la culpa, que si alguien lleva años tirando el dinero a espuertas por ventanas y recovecos no han sido ellos.

Y de mi cosecha apuntar que ellos son servidores públicos que, como es natural, cobran por su trabajo, como todo el mundo, que un 5%, en según que casos, puede ser mucho dinero y sobre todo, que si lo que se va a ahorrar de la reducción de sueldos lo va a administrar el mismo cerebro que nos ha llevado a la ruina mal vamos y peor iremos.

Para este viaje igual no hacían falta ni alforjas

6 comentarios:

  1. A veces creo que hay alguien jugando a las casitas pero a lo bestia. Señores, con los sueldos no se juega.

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  2. Imagino que habrá cientos de formas de funcionariado en las que ni siquiera he pensado. Pero yo con los funcionarios que más me he comunicado son con los que se encuentran tras una ventanilla. La mayoría de ellos no me han tratado con la debida atención y amabilidad. La mayoría de ellos me han puesto trabas y más trabas. La mayoría de ellos han abusado de su incombustible "vuelva ud. mañana".
    Si a estas personas funcionarias les rebajan el sueldo me importa un pimiento.

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  3. Efectivamente hay muchos funcionarios, también hay muchas trabas en los procedimientos administrativos que están, no pone nadie. A casi todos nos importa un pimiento lo que les pase a los demás, pero que los que han derrochado el dinero a espuertas no han sido los funcionarios.

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  4. Por desgracia, cuando vas a tomar un café el camarero, cuando al fin se decide a atenderte, te gruñe y te lo lanza con más o menos puntería... o en muchas tiendas los dependientes te atienden una vez han decidido no seguir su inteesante conversación con algún compañero o con el móvil... Digo esto por que los funcionarios son parte de la sociedad cutre y desganada por trabajar, que gracias a Dios, no es toda. Es un problema general que es injusto hacer recaer solo en los funcionarios. La cuestión es analizarse cada uno con que actitud realiza su trabajo e intentar mejorar... Y no dejarse llevar por la envidia, que es muy mala...

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  5. Puede que nos importe un pimiento lo que les pase a los demás, es probable que a los demás les importe uno o dos pimientos lo que nos pase a nosotros. Pero a ninguno de los pimientos nos gustaría que nos bajaran el sueldo. No sólo no nos gustaría, ése 5% puede ser la diferencia entre poder pagar la hipoteca y no poder, ¿entonces qué? No puede depender de la buena o mala cara que nos ponga nadie. Y a mi tampoco me gusta que me atiendan mal eh?

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  6. Una vez, con la intención de aclarar una duda, entre en la oficina de una administración pública autonómica.

    En esa oficina había unas 8 mesas, equipadas todas ellas con ordenadores y demás componentes de cualquier mesa de oficina.

    Quizás por la hora, sobre las 10.30 de la mañana, sólo encontré en su puesto a tres personas. Dos hablaban entre ellas y la otra trabajaba.

    Para no interrumpir a la chica que estaba trabajando, decidí exponer mi consulta a las que hablaban entre ellas. Error.

    Me dijeron que eso lo llevaba un compañero que en ese momento no se encontraba y que, por favor, lo esperase fuera.

    En seguida salí, sin rechistar, pero conforme avanzaba hacia la salida iba asilimando la situación. Me habían echado.

    Aguanté en la puerta dos minutos, y volví a entrar cargado de valor. Saludé amablemente a las dos charlatanas y me dirigí con decisión a la chica que trabajaba. En 3 minutos y con muy buen trato, mi duda estaba resuelta.

    Seguramente sea muy difícil medir el rendimiento por trabajador en el sector público, pero desde aquí propongo valorar la posiblidad de establecer un sistema de retribución por objetivos a los funcionarios.

    A lo mejor así las dos que hablaban dejaban de hablar y atendían a la gente. A lo mejor así las cinco mesas vacías estarían llenas. A lo mejor así la chica que me resolvío la duda hoy mantendría el salario que merece.

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